Un papel en blanco y miles de ideas que rondan por mi cabeza… ¿sobre qué escribir? ¿qué contar? Qué más da. A quién le importa que el color de mis ojos hoy sea más marrón o que tu sonrisa hoy brille más que otros días, a quién le importa que miles de personas mueran día a día, tú tienes tus problemas, yo tengo los míos. Pero ¿por qué no lo piensas mejor? Su problema dentro de poco quizá pueda ser el tuyo también, y quizá entonces yo tenga mis problemas y no me importen los tuyos, a mí que me importa que tus hijos y tú no tengáis para comer, yo tengo mil manjares que meterme entre pecho y espalda. ¿Ves como las cosas pueden volverse en tu contra de un momento a otro? No mires solo por ti… hay más personas en el mundo, al igual que tú necesitas su ayuda, ellos necesitaran la tuya. Ofrécesela sin temor, pero con precaución, es cierto que no todas las personas son buenas a tu manera, pero seguro que tampoco son todas malas. Piénsalo, es el primer paso.
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