lunes, 20 de septiembre de 2010

él es cada una de las cosas que pasan por mi mente

Las tardes se me hacen raras si no las paso a tu lado, si tus dedos no acarician mis hombros, si tus labios no besan los míos, si no siento tu respiración en mi cuello, si mi piel no se eriza cuando me miras, si no estás aquí mis manos se preguntan dónde está tu cuerpo, se sienten inútiles si no te tocan, se han acostumbrado demasiado a la suavidad, mi nariz echa de menos tu olor, y mi mente lo busca en los millones de recuerdos almacenados muy dentro de mí, pero no te encuentran, será porque hoy no estás, pero la razón le explica a los sentimientos que no será por mucho tiempo, que mañana  volveré a sentir como el viento me trae de nuevo tu aroma, como las yemas de tus dedos se deslizan por mi cuerpo, como tus labios besan cada milímetro de mi piel, como tus ojos se posan en los míos mientras trato de saber en qué estas pensando exactamente, como las palabras se atragantan en mi garganta o simplemente salen a borbotones y sin ningún sentido, sin coherencia, sin razón, les dice que pronto mis oídos escuchar esa melodía que  les encanta y a la que yo llamo “tu voz”, pero sabes qué es lo que más quieren sentir, como me dices que me quieres, y como me demuestras que es verdad, estas aquí y te quiero, siempre te he querido y siempre te querré, que no se te olvide, o tendré que recordártelo a fuerza de besos.

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